La Inversión Extranjera en Venezuela está relacionada con la expansión del capitalismo y la exportación de capitales ocurridos durante el siglo XIX, cuando desde Europa se consideraba el territorio de América Latina como un escenario de posibilidades de desarrollo económico. En Venezuela la dinámica generada por la economía cafetalera desde mediados del siglo XIX permite la presencia de Casas Comerciales Extranjeras, las cuales esencialmente se encargaban de colocar en los mercados extranjeros el café venezolano. Posteriormente, la inversión extranjera se incrementa y cambia con la explotación petrolera, actividad que define la orientación de la economía venezolana desde la segunda década del siglo XX, en este contexto, Venezuela se convirtió en un destino de la inversión europea y norteamericana, particularmente en el periodo que comprende el fin de la II Guerra Mundial hasta la década de los setenta cuando el Estado se reserva el derecho exclusivo de inversión en sectores estratégicos tales como el sector petrolero, minas y servicios.
El Siglo XIX a nivel mundial se caracterizó por ser un periodo de grandes cambios económicos y sociales producto de la revolución industrial. El fenómeno de la industrialización se inició en Gran Bretaña durante la segunda mitad del siglo XVIII, fundamentada en la aplicación de la fuerza mecánica a la producción y luego con la invención de la máquina de vapor la cual transformó el sector transporte. Este proceso de industrialización se trasladó a Francia, Alemania, Japón, Estados Unidos y de ahí al resto del mundo, con la industrialización, cambia la relación hombre ciencia técnica y con ello la producción económica, lo cual influyó de manera directa en el desarrollo del capitalismo a nivel mundial.
Con los profundos cambios ocurridos en el sistema económico mundial en cuanto a la producción de bienes y servicios, acompañado de la exportación de capitales hacia mercados que ofrecían potencialmente materia prima y mano de obra, se incentivó la inversión extranjera (IE). Particularmente en Venezuela, la IE se concentró en tres sectores específicos: la minería, los servicios públicos y el transporte, cuyo incremento es notable durante la segunda mitad del siglo XIX, en parte por la reestructuración del sistema económico venezolano, que se implementó durante el gobierno centralizador de Antonio Guzmán Blanco (1870-1888).
A pesar de las condiciones económicas desfavorables y la inestabilidad política en Venezuela en el siglo XIX hubo una tendencia hacia la instauración de Casas Comerciales Extranjeras, las cuales por lo general se dedicaban a la importación y exportación de mercancías, víveres, ferretería, importación de café y operaciones. Las primeras Casas Comerciales Extranjeras que se establecen en Venezuela eran de origen alemán, inglés, americano, francés e italiano, particularmente las firmas de origen alemán, fueron las más reconocidas y arraigadas en el país.
Hubo presencia de Casas Comerciales Extranjeras en los principales puertos de Venezuela: Ciudad Bolívar, La Guaira, Puerto Cabello y Maracaibo, en este contexto, se entiende que el puerto de Maracaibo se convierte en el segundo más importante del país desde el siglo XIX, debido a que la producción cafetalera de los estados andinos se exportaba a través del puerto de Maracaibo, el más cercano y propicio para las actividades de importación y exportación. De acuerdo a Nikita Harwich Vallenilla (1992):
El mayor aporte de las casas comerciales extranjeras fue su experiencia en cuanto a los procedimientos y manejos del negocio de importación y exportación y sus contactos con corresponsales en los grandes puertos europeos o norteamericanos
En este sentido, las Casas Comerciales Extranjeras promovían la dinámica del sistema agroexportador, desde el puerto de Nueva York procedían más de la mitad de las importaciones, y hacia allá se dirigían la mayor parte de las exportaciones. Nueva York se convirtió en el centro redistribuidor de la economía agroexportadora e importadora venezolana hacia localidades como Hamburgo, Marsella, Burdeos y Liverpool.
Asimismo, hubo un importante incremento en los capitales exportados en el año económico de 1859-1860, debido a una mayor presencia de las casas de comercio y la posición del café venezolano en el mercado mundial.
La función de las casas comerciales no se limitó a incentivar el comercio exterior de los rubros venezolanos, también constituyó una especie de dependencia en cuanto a los productores y las operaciones de crédito, las cuales fueron uno de los principales mecanismos de control del mercado y extracción de beneficios a los productores. En Venezuela, la ausencia de un sistema bancario que otorgara préstamos y la continua escasez de capitales, ponía a los productores en manos de los comerciantes y de las condiciones que ellos fijaran, eran ellos los únicos que tenían el dinero y las mercancías que los hacendados necesitaban para la producción y el consumo.
Estas labores de las casas comerciales las realizaban a través de sus agentes viajeros, quienes se convertían en compradores de café y vendedores de todo tipo de mercancías, en algunos casos el productor retiraba durante el año telas, abrigos, calzados, sombreros, herrajes, utillaje de labranza, víveres y demás artículos necesarios para el mantenimiento de la casa y la hacienda. Al fin de la cosecha, el agricultor entregaba al comerciante su café, las cuentas se liquidaban sobre el precio del día, mientras al agricultor se le cobraban las mercancías retiradas según en valor del momento. De esta manera, las casas comerciales colocaban en el mercado el café a precios del mercado internacional desarrollándose una relación de desigualdad en las ganancias y rentabilidades para los agricultores.
Eran diversas las actividades a las que se dedicaban las Casas Comerciales Extranjeras y en la medida que la estructura económica se ve influenciada por la actividad petrolera, éstas se van incorporando al dinamismo relacionado con este sector industrial de la minería, no obstante, mantienen la preponderancia de la actividad económica tradicional: la agro exportación.
La inversión extranjera en Venezuela ha sido de relevancia para medir las relaciones económicas internacionales y para dinamizar en el siglo XIX la economía cafetalera por los aportes que las Casas Comerciales Extranjeras ejercieron en la actividad comercial, siendo promotoras de la expansión del café venezolano en puertos extranjeros.
Otros aspectos a destacar, es que la explotación petrolera cambia la dinámica económica tradicional a pesar de los intentos de algunos de los dueños de las casas comerciales por permanecer en el país las circunstancias políticas generadas por la II Guerra Mundial y fundamentalmente la expansión de los capitales estadounidenses en América Latina, y particularmente en Venezuela, van a sustituir la proveniencia del origen de la IE.
Por medio de la figura de las concesiones, se generó la apertura a las compañías petroleras americanas para que realizarán labores de exploración, explotación y refi nación del petróleo, sin embargo, la presencia americana trascendió los campos petroleros y estableció campamentos petroleros, en donde se establecieron relaciones con los obreros venezolanos, se invirtió en la construcción hospitales, acueductos, vías de comunicación y en ocasiones las obras publicas de envergadura fueron construidas con el aporte del capital extranjero y el Estado venezolano. Evidentemente que las compañías petroleras tenían en su beneficio, la potencialidad de los pozos petroleros venezolanos explotados en el estado Zulia y en la región oriental.
Estas circunstancias cambiaron cuando el Estado venezolano realiza la nacionalización del petróleo y demás minerales combustibles, quedando para sus activos la infraestructura desarrollada por las compañías petroleras y el conocimiento del manejo de la industria.